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BOLIVIA: Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

Panel: “Construyendo el tribunal de justicia climática”

Adolfo Pérez Esquivel

20 de abril de 2010

Poder reunirnos en Cochabamba abre la posibilidad de intercambiar experiencias y aportar a caminos alternativos, propuestas políticas, tecnológicas y sociales sobre el cambio climático. Diversas organizaciones vienen realizando investigaciones y aportes desde la gran diversidad del pensamiento, frente a la urgente necesidad de preservar a nuestra Pachamama, la Madre Tierra y la vida planetaria hoy amenazada por la devastación por los intereses económicos y políticos.

Hoy nos enfrentamos con una serie de graves crisis mundiales: no sólo la crisis financiera y la crisis económica de las que todos hablan, sino también las crisis política, social, alimentaria, climática y ecológica. En este contexto, a pesar de que los países del Norte sean mayoritariamente responsables de esta situación, el mayor costo de esas crisis lo soportan los pueblos y los países del Sur.

Pero tampoco es posible ignorar que muchas de las dificultades se evitarían si los gobiernos del Sur tuvieran el coraje y objetivos políticos claros sobre los conceptos de desarrollo y vida de los pueblos; si se decidiesen a tener políticas propias y no dependientes de los centros de poder económico y político internacional.

Hay que tener en claro que no es casual que esas crisis estallen al mismo tiempo, están interrelacionadas, y todas son parte de una profunda crisis de la civilización, cuya salida depende de cambios estructurales.

¿Desarrollo como explotación o equilibrio con la Madre Tierra?

No podemos quedarnos en soluciones parciales, sectoriales que no son nada más que parches temporarios que esconden las verdaderas causas estructurales de la crisis mundial. Si hablamos de crisis civilizatoria, es porque los conceptos centrales sobre los que venían apoyándose nuestras sociedades ya no son sostenibles, y ponen en riesgo a la vida de las futuras generaciones. Así, las nociones de progreso y desarrollo deben ser cuestionadas: ¿que entendemos por desarrollo?

El sistema capitalista busca los bienes gananciales, la economía del mercado y la explotación de la Madre Tierra y de sus recursos naturales, sin tener en cuenta los daños ocasionados a la naturaleza y los pueblos, como el cambio climático.

Muchos reducen el desarrollo a su dimensión económica, y lo toman como sinónimo de un crecimiento ilimitado de la producción y del consumo. Este paradigma de la acumulación sin límite está en el centro del modelo capitalista y neoliberal, y transforma al concepto de desarrollo en una mera explotación.

La explotación a la que nos referimos se encuentra en varios ámbitos. Se trata de la explotación de los países del Sur por los países del Norte dentro de un orden económico mundial totalmente injusto. Pero se refiere también a la explotación de los trabajadores por las grandes empresas y a las continúas violaciones de los derechos sociales, económicos y políticos de las poblaciones más vulnerables, tanto en los países del Sur como en el Norte. Por fin, esta explotación es la de nuestros bienes comunes naturales, muchas veces llamados recursos naturales porque se conciben como simples recursos al servicio del hombre en su afán de producir. Por lo tanto, esta noción de recursos naturales encierra en si misma una concepción errónea de la naturaleza y de la Madre Tierra, como si existieran únicamente para ser explotadas por los hombres para alcanzar un supuesto bienestar material. La sociedad del consumo nos lleva a extraer cada vez más bienes naturales sin reflexionar para qué los necesitamos realmente y en qué cantidad, y sin poner ningún límite a las apetencias de los consumidores.

A esta noción deformada del desarrollo como explotación, tenemos que oponer el concepto de equilibrio. Las crisis actuales se pueden concebir como la expresión de la ruptura del equilibrio.

Se tiene que buscar el equilibrio con uno mismo, con la comunidad y con la Madre Tierra. La naturaleza no es un recurso del que puede gozar el hombre, somos parte del ambiente en el que vivimos. Respecto a eso, nos debemos inspirar de la cosmovisión de los pueblos originarios, que tienen interiorizada esta relación con la Madre Tierra.

No sólo existen los derechos humanos que nos debemos de respetar y proteger, sino también existen los derechos de la naturaleza. Esos fueron reconocidos por ejemplo en la constitución ecuatoriana aprobada en 2008: “La Naturaleza o Pachamama, donde se reproduce y se realiza la vida, tiene derecho a existir, perdurar, mantener y regenerar sus ciclos vitales, su estructura, funciones y procesos evolutivos». Del mismo modo, tenemos que apoyar la iniciativa del Presidente de Bolivia Evo Morales Ayma, de crear una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, y de buscar alcanzar el “Buen Vivir”, o sea el vivir en armonía con la Pachamama, poniendo en el centro del modelo a la vida.

La aceleración del tiempo

La tecnología ha llevado a la aceleración del tiempo, problema que generalmente no se tiene en cuenta, que lleva a cambios culturales, del pensamiento; cambios sociales y políticos, en el ritmo de la vida.

Panikkar señala que todo ser tiene su tiempo, como toda sociedad. Se produce la asimetría y desigualdad entre los ritmos. La técnica ha separado al ser humano lentamente de las plantas, los animales, el cosmos, por la aceleración del tiempo. Ya no es la maquina que se adapta al hombre, sino éste el que debe adaptarse al ritmo de la maquina.

La tecnología impone su ritmo y está sujeta a avances profundizando las diferencias de ritmos que se van agudizando entre los países del Norte y el Sur, entre la naturaleza y el ser humano, entre explotación y desarrollo.

El protocolo de Kyoto y las falsas soluciones

Una de las consecuencias de este culto a la producción y al consumo es el cambio climático. Cabe destacar que los países del Norte tienen al respecto una responsabilidad histórica particular: mientras representan menos de 20% de la población mundial, son responsables de 70% de las emisiones históricas de dióxido de carbono. Todavía hoy sus emisiones per capita son cuatro veces mayores a las de los países del Sur. Por eso podemos considerar que los países del Norte vienen teniendo una deuda climática hacia los pueblos y países del Sur.

El Norte no está dispuesto a generar la igualdad con el Sur, se puso en evidencia en Copenhague, en Río y en Kyoto, su objetivo es explotar todos los recursos para mantener el nivel de vida y consumo de sus sociedades que están en crisis y que están dispuestos a sostener sin medir las consecuencias para la vida planetaria.

Por una parte, ninguno de esos países respeta los objetivos fijados por el protocolo de Kyoto en términos de reducción de emisiones de gases a efecto invernadero. El ejemplo extremo es el de los EEUU que pretenden seguir ejerciendo una presión sostenida sobre las negociaciones climáticas intergubernamentales, mientras que ni siquiera ratificaron los acuerdos que habían firmado, del mismo modo que nunca ratifican ningún tratado internacional, pensando que pueden mantenerse fuera del derecho internacional.

Por otra parte, los países del Norte promueven falsas soluciones como el Mecanismo de Desarrollo Limpio y los mercados de carbono, que son parte del protocolo de Kyoto. Este mecanismo estableció en realidad un derecho a contaminar. Siguen con los mismos niveles de producción y contaminación en el Norte, supuestamente compensándolos a través de la financiación de proyectos en el Sur que teóricamente reducen las emisiones de carbono. No sólo este mecanismo no obliga los países del Norte a repensar su modelo de desarrollo económico para tener un impacto menor sobre el Planeta y la atmósfera, sino que los proyectos financiados originan nuevos problemas sociales y desastres ambientales en los países del Sur. Por ejemplo, se multiplicaron las plantaciones de eucalipto como en Uruguay o en Argentina, así como la producción de agrocombustibles. Mientras las plantaciones de árboles conducen a una contaminación del agua y del aire y a una gran pérdida de la biodiversidad, los agrocombustibles vienen competir por la tierra con los otros cultivos, conduciendo a un fuerte aumento de los precios de los alimentos, y a una violación de la soberanía alimentaria. Son responsables de la expulsión de pequeños productores y de comunidades indígenas que pierden sus medios de subsistencia y son condenados a tener más hambre, y a ir engordando los cordones de pobreza de las grandes ciudades. Dañan la biodiversidad alterando el equilibrio natural y profundizando el hambre y la exclusión social.

Peor todavía, las empresas multinacionales del Norte siguen agravando la situación instalando sus industrias contaminantes en el Sur, como es el caso de las industrias extractivas, por ejemplo la megaminería. No sólo estas industrias aumentan la deuda ecológica hacia los pueblos del Sur, sino también agravan el cambio climático por su uso indiscriminado del agua y de la energía, su destrucción de los glaciares, entre otros tantos impactos negativos. No obstante, cabe destacar que la instalación y el desarrollo de esos mega-emprendimientos no serían posibles sin el acuerdo y la complicidad de los gobiernos del Sur. Muchos países del Sur creen que la gran minería a cielo abierto solucionará sus problemas de desarrollo, pero lo único que consiguen es generar la destrucción de la Madre Tierra y de los bienes naturales.

Lo mismo ocurre con el desarrollo de las semillas transgénicas y la sojización que está ocurriendo en parte de nuestro continente latinoamericano. Esos agronegocios atentan también contra la soberanía alimentaria, destruyendo los suelos, expulsando las comunidades campesinas y originarias de sus tierras, y afectando gravemente la salud de los pueblos con el uso excesivo y sin precauciones de agrotóxicos como el glifosato.

Deuda climática, deuda ecológica y derechos de la Madre Tierra

Como ya destacamos, la solución a las crisis actuales depende de la visión global que tengamos de los problemas. Necesitamos apuntar a una política de fondo, a cambios estructurales, y no buscar la solución dentro del modelo capitalista que está actualmente en crisis. Debemos abandonar el fraccionamiento cartesiano del pensamiento para buscar un pensamiento holístico que aborde la problemática en su totalidad. Este pensamiento lo debemos aplicar a escala planetaria con un cambio radical de los paradigmas económicos, políticos y sociales, pero también a nivel personal. Cada uno de nosotros debe participar de este desafío del cambio del pensamiento, con la modificación de sus hábitos de producción y de consumo, y con la aceptación del cuestionamiento de las bases de su sociedad.

Dentro de este marco, no podemos hablar de deuda climática sin hablar de deuda ecológica. Circunscribir el problema a la cuestión del cambio climático y de la deuda climática nos va a llevar a buscar soluciones que sean siempre parciales y temporarias. El cambio climático es para muchos un problema muy abstracto, e incluso hay reiterados intentos para negar la existencia de sus causas antrópicas. Por otro lado, se aprovecha de la amplitud del problema a nivel histórico y geográfico, para diluir las responsabilidades, y se vuelve casi imposible para las víctimas demostrar quien es responsable y obtener entonces reparaciones y compensaciones.

Por lo tanto, tenemos que tomar como base el concepto más amplio de deuda ecológica. Esta deuda hacia los pueblos del Sur se viene acumulando desde hace cientos de años, y en la actualidad, como ya dijimos, sigue la explotación de los bienes naturales por las corporaciones y los países del Norte, con el apoyo de las instituciones financieras internacionales. También debemos cuestionar nuestros propios gobiernos en el Sur que a veces reproducen esos mismos modelos, continuando con los proyectos extractivos que dañan al ambiente y afectan a sus propias poblaciones. Con esta actitud, los países del Sur también contribuyen a aumentar la deuda ecológica hacia sus pueblos y hacia la naturaleza. El primer paso hacia el pago de esta deuda es el inmediato cese de las inversiones en este tipo de proyectos nefastos.

Por consecuencia, no podemos hablar del reconocimiento y la defensa de los derechos de la Madre Tierra sin considerar la deuda ecológica. La justicia climática que reclaman muchos pueblos, víctimas del cambio climático, es parte de la noción más amplia de justicia ecológica, que incluye los aspectos sociales y ambientales. Será imposible responder correctamente a los problemas del cambio climático sin tomar en cuenta los impactos sobre los derechos humanos y los derechos de la naturaleza.

No podemos simplemente diagnosticar la situación que viven los pueblos. Es necesario superar esa situación, concretar con las comunidades indígenas el derecho a decidir y regular la explotación sin dañar a la Madre Tierra, hay que ser coherentes entre el decir y el hacer. Tener presente que desarrollo es encontrar el equilibrio entre las necesidades del ser humano, de los pueblos con la Madre Tierra.

Si estamos reunidos acá para hablar del cambio climático y de los derechos de la Madre Tierra, no podemos perder la oportunidad de hacer el vínculo entre ambos aspectos a través de la búsqueda de una verdadera justicia ecológica.

Hacia un Tribunal Penal Internacional de Justicia Ecológica

Uno de los pasos hacia esta justicia ecológica es la constitución de una Corte Penal Internacional para el Medio Ambiente, como lo propone la Academia Internacional de Ciencias Ambientales con sede en Venecia (IAES), compuesta por más de 120 científicos. Para alcanzar este objetivo necesitaremos recorrer un largo camino y no lo lograremos de un día para el otro. Hay que tener conciencia que esta corte o este Tribunal de Justicia Ecológica es un instrumento para el cambio, pero para llegar hasta su constitución tenemos que fijarnos objetivos a corto, mediano y largo plazo.

El énfasis debe ser puesto en el derecho de los pueblos (declaración de Argel en 1976). No sólo porque los pueblos son los principales afectados por el cambio climático y los desastres ambientales, sino también porque tenemos que destacar y volver a reafirmar el derecho a su autodeterminación y a decidir sobre el destino y la conservación de sus bienes naturales. Los pueblos deberán poder recurrir directamente a este tribunal sin la necesidad de pasar por sus gobiernos, y en el banco de los acusados se podrán encontrar tanto a empresas como a estados o individuos.

Para ir a lo concreto, un objetivo de corto plazo puede ser la constitución de un Tribunal de los Pueblos de Deuda Ecológica y Justicia Climática, a fin de profundizar la comprensión de las causas estructurales de esos problemas y la determinación de las responsabilidades.

A largo plazo podemos apuntar a la reforma del Estatuto de Roma, reconociendo a los delitos ambientales como crímenes de lesa humanidad, y ampliando entonces las atribuciones de la Corte Penal Internacional. Por otro lado, podemos establecer otros objetivos de corto y mediano plazo. Ya están dadas las condiciones para la constitución de una corte penal internacional, todo depende de la voluntad política de los gobiernos. Esta voluntad se manifiesta con hechos concretos y no con simples declaraciones de buenas intenciones como se hizo en Copenhague. Concretamente, les proponemos redactar un tratado internacional que se implemente con la firma de nada más que dos países. Hoy estamos en Bolivia y podemos pedir la adhesión y el compromiso de un gobierno que ya mostró su inclinación a apoyar las iniciativas que defiendan los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra. Mañana trabajaremos a que sumen otros países de la región como Ecuador, Venezuela, Argentina, y otros países del mundo.

No busquemos más excusas, ya existe una red latinoamericana de fiscales ambientales que se puede poner a trabajar para acusar a los responsables de los desastres climáticos y ecológicos. Tampoco necesitamos inventar un nuevo marco legal, usemos las leyes de nuestros países así como los tratados internacionales ya firmados, que son ampliamente suficientes, ya que el principal problema hoy es la total impunidad de la que benefician las empresas multinacionales para apoderarse de nuestros bienes naturales.

Conclusiones

Para resumir, necesitamos en primer lugar ver los problemas en su globalidad, unir la lucha contra el cambio climático a la defensa de los derechos de la Madre Tierra, a través de la promoción de una verdadera justicia ecológica, que tome en consideración los impactos negativos sobre los pueblos y sobre la Madre Tierra.

En segundo lugar, denunciemos a los responsables de las crisis actuales: los países del Norte deben reconocer su responsabilidad histórica y su participación continúa en la agravación de las crisis climáticas y ambientales. Pero por otro lado, no olvidemos de exigir a nuestros propios gobiernos en el Sur que no contribuyan a las violaciones de los derechos de los pueblos y de la naturaleza, y que se comprometan a participar a una transformación radical de nuestras sociedades.

En tercer lugar, pidamos a nuestros gobiernos que hagan muestra de su voluntad política para dar pasos concretos y alcanzar una serie de objetivos a corto, mediano y largo plazo. Hoy podemos dar el primer paso para constituir un tribunal penal internacional para el medio ambiente, ya están dadas las condiciones.

Es sólo un comienzo, pero un comienzo concreto, necesario y a nuestro alcance.

Esperamos que ante el fracaso de las instancias internacionales, como en Copenhague, se pueda avanzar para superar la impunidad jurídica que hoy gozan aquellos que provocan el cambio climático.

EEUU: ¿Quién maneja la campaña contra Cuba y Venezuela: AFP, EFE… o la CIA?

Fuente:http://www.eset. com
Por:Jean-Guy Allard
Las agencias internacionales que observen con tanta parsimonia al campo de concentración de Guantánamo, ignoran la cifra record de presos en las cárceles de Estados Unidos ni ven las "ciudades de carpas" donde se refugian las víctimas de la crisis en este mismo país, se han descubierto una nueva misión que pretenden humanitaria.
Con una absoluta falta de ética, encabezan con un ardor que se acerca al fanatismo, una difusión global de calumnias y de mentiras calcadas sobre las campañas de difamación organizada de la llamada diplomacia publica del régimen de Ronald Reagan.
Los cables sucios llegan a las salas de redacción por grandes olas que ahogan por antelación cualquier intento de restablecer la verdad. Las mismas agencias que anuncian con una perfecta frialdad o con una suerte de aburrimiento que misiles teleguiados norteamericanos mataron por error a cien personas en Afganistán o que las tropas israelí acabaron con un barrio entero, de repente se emocionan ante un acontecimiento mucho menor pero que sí puede hacer graves daños a un país de orientación progresista.
A la pregunta "¿Quién está detrás de estas manifestaciones espontaneas de humanismo interesado?" se puede contestar con otra pregunta, esa clásica, la que siempre se hace el investigador: "Quien se beneficia del crimen?" Y contestar con esta máxima, irónica por cierto, de un amigo experto de estos mismos temas: "Piensa mal y acertarás".
La operación de desinformació n que rellena en estos días con una sistematicidad que la desenmascara los grandes medios de la información comercializada, tiene la particularidad de estar alineada a la perfección sobre la retorica del Departamento de Estado, orientada por sus órganos de inteligencia y manejada por las llamadas "grandes agencias internacionales" de prensa.
Las agencias de prensa tienen la particularidad de saturar la prensa internacional a partir de unos muy pocos corresponsales que, la mayor parte del tiempo, entre dos cocteles en los salones de determinadas embajadas,? escriben desde un anonimato absoluto y seguro.
Incrustados por la CIA o simplemente seleccionados por su inclinación derechista? – el ex agente Philip Agee durante años explicó como se capta a un colaborador – los corresponsales tienen una capacidad monstruosa de influir en la opinión pública sin tener el menor riesgo de responsabilizarse por sus distorsiones y omisiones.
Asesinos de la verdad
En América Latina, la AFP y la EFE por cierto se esmeren en materia de colaboración servil con quién en Washington maneja la desinformació n imperial luego difundida por las redes mediáticas de las oligarquías.
Cuando la misión de la AFP se define oficialmente como "investigar tanto en Francia como en el extranjero los elementos de información completa y objetiva", la agencia gala sigue hoy una orientación política que traiciona un pasado prestigioso y demuestra una colaboración servil con quienes en Washington manejan la desinformació n imperial.
La española EFE, fundada por el abuelo falangista del político ultraderechista José María Aznar, pertenece "como miembro de pleno derecho" a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Esta misma SIP que para hablar de Honduras en su asamblea anual de septiembre pasado, escogió al editor multimillonario de dos diarios golpistas, Jorge Canahuati Larach, el también dueño en su país de las franquicias norteamericanas Pepsi, Pizza Hut,? Kentucky Fried Chicken y Seven Up.
En este mismo evento-performance del cartel de empresarios con el cual EFE se identifica, el presidente boliviano Evo Morales fue denunciado por "mantener inalterables sus ataques" a los medios de comunicación de su país, el presidente venezolano Hugo Chávez fue acusado de "amenazar a la prensa", mientras al mandatario ecuatoriano Rafael Correa, se lo responsabilizó con "la situación de la prensa cada vez más preocupante" en su país.
En este mundo globalizado, la cobertura periodística de América Latina se encuentra contralada por un puñado de individuos indiferentes a la suerte de los pueblos y cómplices de los órganos de inteligencia del Norte, Impunemente. Con un desprecio absoluto de su profesión y de quienes pretenden informar.Hasta que, de una manera u otra, se toque la puerta de su anonimato, y que se pide cuenta a estos asesinos de la verdad y a los que los dirigen.
http://www.eset. com
http://www.perspectivainternacional.net

URUGUAY: MINISTRO LUIS ROSADILLA PARTICIPA EN CONGRESO ANTITERRORISTA

Para:www.PerspectivaInternacional.Net
Fuente: http://www.radio36.com.uy
El ministro uruguayo de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, viajó la pasada semana a Estados Unidos para participar en un congreso anual sobre antiterrorismo organizado por la OEA. 
El Gobierno del presidente José Mujica quiso dar "una señal importante" de buenas relaciones con EE.UU., destacaron funcionarios del Gobierno al diario Últimas Noticias sobre la visita de Rosadilla, a quien en 2007 ese país le denegó la visa para hacer una escala en Miami por su pasado guerrillero.
Habitualmente a la reunión de técnicos concurren viceministros o funcionarios de alto nivel, pero el Gobierno uruguayo decidió el viaje de Rosadilla para "devolver el gesto" de la Administració n del presidente Barack Obama al enviar a su secretaria de Estado, Hillary Clinton, a la ceremonia de investidura de Mujica como presidente.
Conferencia de prensa del Ministro de Defensa Luis Rosadilla.
Rosadilla: "… como usted comprenderá, he dicho que he vuelto el día sábado de los Estados Unidos, hoy por la mañana tuvimos Concejo de Ministros donde se tocaron otros temas, solamente di un informe de mi viaje a los Estados Unidos y la definición de esa agenda por parte de Uruguay no solamente puede contener la opinión del Ministro, del subsecretario o de las autoridades políticas del ministerio sino que debe ser intercambiada obviamente con el presidente de la República, el ministro de Relaciones Exteriores y en general con el Concejo de Ministros. O sea, no voy a aventurar opiniones personales que obviamente tengo y que voy a proponer, claro está, pero sería adelantarme demasiado.
(…) su posición en el continente, las relaciones con los demás países, el desarrollo de las iniciativas que hay en materia regional y en materia de integración regional fundamentalmente se vienen procesando; reitero que en este esquema quienes debemos hacer la primer propuesta de agenda somos nosotros los uruguayos, el Uruguay, y cuando ellos respondan a esa agenda veremos cuáles son los intereses que expresan.
(…) Si en el debate del seminario al que concurrimos, el evento al que concurrimos, donde allí también en relación al terrorismo dejamos clara la posición de Uruguay. Somos antiterroristas pero dejamos expresados con mucha claridad tres puntos que a nuestro juicio podrían ser muy pronunciados en el ámbito internacional y que es posición de nuestro país. El primero es que se ha extendido el sello de terrorista a enorme cantidad de hechos, de acciones, de organizaciones, de actividades, que a nuestro juicio no lo son y que se utiliza algunas veces por desinformació n, otras veces con el objetivo político de descalificar a quienes discrepan y por lo tanto queremos que en todos los ámbitos internacionales sobre todo en los multilaterales, se precise con toda claridad a qué se refiere cuando se refiere a terrorismo.
El segundo aspecto es el que tiene que ver con las formas de combate al terrorismo. Nosotros vamos a sostener que en cualquier ámbito pueda hacerse de acuerdo al derecho internacional, al derecho humanitario y al respeto irrestricto a los derechos humanos. Y en tercer lugar, que con la misma fuerza que se condena al terrorismo, los países deben clarificar, transparentar y rechazar cualquier desvío que en la lucha contra él se proceda.
(…) obviamente que lo leí con mucha atención como ustedes comprenderán los conceptos que allí se manejan no son nuevos para quien habla; el presidente habló por sí y ante sí pero el trabajo de intercambio, de elaboración, de puesta a punto de lo que debe ser la política en materia de defensa y en particular hacia los institutos armados es un tema permanente y yo diría central en las conversaciones que con el presidente de la República venimos sosteniendo desde hace tiempo pero fundamentalmente en los últimos meses. Yo no tengo objeción alguna para realizar a ese discurso, me pareció oportuno, ajustado a lo que pensamos y sobre todo algo que me importa mucho: justo.
Como ustedes comprenderán si bien yo estuve en el exterior hasta el día sábado, estuve en permanente contacto con autoridades civiles y militares vinculadas al Ministerio de defensa y del sábado a hoy que he estado en el país he podido también tomar contacto directamente. Yo diría que las fuerzas armadas, en espíritu que no sólo el discurso del día martes 16 del presidente Mujica sino el conjunto de mensajes que el gobierno ha establecido hacia la política de defensa y en particular hacia las fuerzas armadas, tiene la misma respuesta que tiene a mi juicio el gobierno en toda la población. Una enorme esperanza depositada en los tiempos que se inauguran con este gobierno.
En su momento el día 14 de enero Naciones Unidas hizo una convocatoria a los efectos de incrementar las tropas de Naciones Unidas que están en Haití. Uruguay evaluó en esa misma fecha sus posibilidades y en el entorno del 19 ó 20 de enero, no puedo recordar exactamente la fecha, llegamos a una propuesta de que podíamos incrementar, que Uruguay podía comprometerse a incrementar en unos 150 hombres su presencia en Haití. Las Naciones Unidas ha estudiado durante un tiempo ese ofrecimiento y ha hecho opciones por otras participaciones. De hecho hoy tengo en mi despacho la respuesta definitiva de Naciones Unidas sobre el tema. Contó en esa resolución sin lugar a dudas la capacidad de Uruguay para llevar adelante esas misiones que son tremendamente apreciadas en todo el mundo pero también ustedes saben que estamos en el borde del esfuerzo que Uruguay puede brindar en este tipo de misiones de paz. Nuestros contingentes son los primeros en el mundo en proporción a su población largamente y estamos en el lugar décimo primero en totalidad de tropas desplegadas en el exterior lo que para un país pequeño y con fuerzas armadas reducidas es un enorme esfuerzo.
Normalmente entre el 23 y el 26 por ciento de nuestro personal militar se halla o en operaciones de paz o preparándose para ellas y eso es tremendamente grande para cualquier persona.
Hay un retraso severo, en el día de hoy Pedro Apesteguía en el Ministerio de economía nos ha comunicado que finalmente el crédito que se había solicitado está aprobado; es un crédito que será pagado en trimestres durante cinco años con una tasa del 6% al Banco República y que nos ayudará si no a poner al día, en un breve tiempo a acortar bastante, achicar bastante la brecha que existe entre lo efectivamente prestado como servicios y los pagos.
También debo adelantar que en Naciones Unidas hay un fuerte proceso de ponerse al día con las contribuciones y esperamos que en el correr de las próximas semanas los pagos que están pendientes, o buena parte de ellos, terminen por hacerse efectivos.
Tenemos por lo menos seis cuentas diferentes pero en el orden de los 70 millones de dólares es la cifra entre equipamiento y sueldos que debe Naciones Unidas.
Mientras estuvimos preparando el traspaso del gobierno, la transición, éramos partidarios de pensar en algún tipo de barrera, que nos ayudase a pensar en un horizonte de incremento salarial. No es el criterio que finalmente se ha establecido y nosotros hemos aceptado no como una derrota sino comprendiendo que no se puede hacer el presupuesto por tramos".
Hasta aquí lo expresado por el señor Ministro de Defensa Luis Rosadilla.  
Un gobierno recién instalado lo primero que hace es mandar a su Ministro de Defensa a Estados Unidos.
¿Qué fue hacer allí Rosadilla?
¿Cuál es el objetivo del gobierno progresista en viajar a los Estados Unidos?
¿Qué preparación y conocimiento tiene el nuevo Ministro sobre terrorismo?
Durante su primera sesión, el CICTE considerará su programa de trabajo, el cual deberá estar orientado con base a las siguientes propuestas de trabajo:
f. Coordinar sus labores con las del Comité Consultivo establecido por la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados, adoptada el 14 de noviembre de 1997 en la sede de la Organización, a los fines de un adecuado  intercambio de información sobre la cuestión del tráfico ilícito de armas, municiones, explosivos, materiales o tecnologías susceptibles de ser utilizadas en la perpetración de actos y actividades terroristas;
g. Establecer, previo acuerdo de las instancias competentes, mecanismos de coordinación con otras entidades internacionales competentes en la materia;
h. Presentar a la Asamblea General un informe anual a través del Consejo Permanente y los informes especiales que considere conveniente; y
i. Cumplir los mandatos de la Asamblea General.
a. Crear una red interamericana de recopilación y transmisión de datos a través de las autoridades nacionales competentes, orientada a intercambiar las informaciones y experiencias sobre las actividades de personas, grupos, organizaciones y movimientos vinculados a actos terroristas, así como en relación con los métodos, fuentes de financiamiento, entidades de las que reciban protección o apoyo, en forma directa o indirecta, y su eventual vinculación en la comisión de otros delitos, incluyendo la creación de un banco de datos interamericano sobre cuestiones de terrorismo, que estará a la disposición de los Estados Miembros;
b. Compilar las normas legislativas y reglamentarias para la prevención, combate y eliminación del terrorismo vigentes en los Estados Miembros;
c. Compilar los tratados y los acuerdos bilaterales, subregionales, regionales o multilaterales suscritos por los Estados Miembros para la prevención, combate y eliminación del terrorismo;
d. Estudiar los mecanismos apropiados para hacer más eficaz la aplicación de las normas de derecho internacional en la materia, en particular las normas y procedimientos previstos en las convenciones contra el terrorismo vigentes entre los Estados Partes de dichas convenciones;
e. Formular propuestas con miras a asistir a los Estados que así lo soliciten en la formulación de legislaciones nacionales antiterroristas;
f. Diseñar mecanismos de cooperación para la detección de documentación de identidad falsificada;
g. Diseñar mecanismos de cooperación entre las autoridades migratorias competentes; y
h. Diseñar programas y actividades de cooperación técnica dirigidos a capacitar al personal asignado a las tareas de prevención, combate y eliminación del terrorismo en cada uno de los Estados Miembros que así lo soliciten.
Según la publicación el Correo del Orinoco de Venezuela
La Derecha de EEUU obligó al Pentágono a “recoger sus palabras” sobre Venezuela
“Hay contradicciones internas” en la Administració n Obama, subrayó Álvarez. Si Estados Unidos quiere diálogo, debe haber respeto, recalcó el diplomático venezolano en Washington. Lo ocurrido con el general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur estadounidense, demuestra que se van a intensificar los ataques contra la Revolución Bolivariana, advierte Andrés Thomas Conteris, fundador de Democracy Now! en español
“No hemos visto ninguna relación específica que pueda verificar que hay un lazo directo entre el Gobierno (venezolano) y los terroristas”, afirmó el general Douglas Fraser la semana pasada
Hace una semana, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el general Douglas Fraser, concluyó: “No hemos visto ninguna relación específica que pueda verificar que hay un lazo directo entre el Gobierno (venezolano) y los terroristas”. Indicó, además, que ha mantenido “un monitoreo cercano ante cualquier conexión con alguna organización ilícita o terrorista en la región”.
Pero Fraser cambió su discurso en pocos días. El jueves 18 de marzo, aseveró que el gobierno de Venezuela es una “fuerza desestabilizadora” en América Latina. El militar, quien testificó ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo que en Venezuela “siguen comprometiéndose con la región (…) y siguen buscando su agenda socialista (…) Siguen siendo una fuerza desestabilizadora en la región”.
Esta variación de actitud revela, una vez más, que el expediente de supuesto terrorismo “es un comodín”, y que hay una derecha ideológica que se impone a la derecha económica, indicó el embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, en conversación telefónica con el Correo del Orinoco.
“El Douglas Fraser de la semana pasada es un militar pragmático, que ve los problemas de su país pero identifica cuáles son los problemas reales”, explica Álvarez. “Pero es evidente que a Fraser le dijeron que asumiera una posición muy específica contra Venezuela”. Incluso, el uniformado comentó en el Congreso que en América Latina “hay distintas opciones sociales” y que las distintas opciones políticas e ideológicas batallan en un “mercado competitivo”.
Claramente, señaló el diplomático, “hay un esfuerzo de los sectores políticos de la derecha de Estados Unidos para sacar a Douglas Fraser del pragmatismo y colocarlo en una posición política”. Si algo está claro es que el Comando Sur estadounidense tiene los recursos para saber qué se hace realmente en Venezuela, y por eso se produce la primera reflexión del general. “Pero un sector le dijo que debía mantener la agresión contra Venezuela, y el elemento central es seguir vinculando al país con hechos que se consideran terrorismo”, agrega Álvarez.
¿Censura en la tierra de “las libertades”?
Al Embajador le llama la atención que el vaivén discursivo de Douglas Fraser no haya tenido cabida en las empresas de comunicación social. En Estados Unidos “ha habido un silencio mediático con la contradicción. Quieren silenciar lo ocurrido”, acusó Bernardo Álvarez.
Para el diplomático, falta ver la reacción del Congreso estadounidense. “Mucha gente no posee necesariamente una visión ideológica, y puede haber diferentes posiciones”. El Embajador, al igual que en otras oportunidades, escribirá a personas claves de los comités que trabajan sobre seguridad y fuerzas armadas, con el propósito de llamar la atención sobre las intervenciones opuestas de Fraser y advertir “que se usa la amenaza y el terrorismo a conveniencia política”.
A escala regional, Álvarez anticipa una reacción muy fuerte, que necesariamente reabrirá la discusión sobre las bases militares de Estados Unidos en Colombia. “Muchos justificaban esas instalaciones con el pretexto de la amenaza que supuestamente generaban los gobiernos antiestadounidenses y el apoyo al terrorismo, y resulta que Douglas Fraser admite que no hay evidencia de nexos con el terrorismo”.
El ataque de Colombia contra Ecuador hizo que América Latina diera un vuelco. “Hubo una reacción fuerte y legítima de todo el continente”, recordó el diplomático.
Si se impone esta visión ideológica, alerta Álvarez, “vamos camino a un proceso de desestabilizació n”. Pero si Estados Unidos quiere diálogo, enfatiza, “debe haber respeto. No puede ser que se hable de diálogo por un lado; y que por otro se sigan utilizando los comodines, las mentiras, las exageraciones, las falsedades, para provocar un ambiente de hostilidad contra el país. Nosotros decimos que debe prevalecer la sensatez”.
Fraser habría recibido presiones
Pocas cosas de las que ocurren en Estados Unidos sorprenden a Andrés Thomas Conteris, fundador de Democracy Now! en español. Las vueltas y revueltas del general Douglas Fraser no son la excepción.
“Las declaraciones que dio Fraser la semana pasada muestran que la verdad sale del imperio, aunque no quieren que salga”, sentencia Conteris, consultado por el Correo del Orinoco. “Cuando el general dijo lo que dijo sobre Venezuela hace una semana, estaba haciendo su trabajo; es decir, evaluar los hechos, la realidad concreta”.
Democracy Now! es un esfuerzo comunicacional que cuestiona el régimen imperante en Estados Unidos. Su equipo conoce cómo “se cuecen las habas” en el imperio. Por eso, Conteris destaca que, cuando los políticos escucharon a Fraser afirmar que no hay relación entre Venezuela y el “terrorismo”, “se dieron cuenta de que tenían que presionarlo para que cambiara su postura, porque Venezuela está en la mira del Imperio, y decir que no tiene vínculos con ‘el terrorismo’ va en contra de la política de agresión”. El militar debió ajustar su información sobre la Revolución Bolivariana “a la realidad política, que está basada, no en las evidencias, sino en las agresiones de Estados Unidos contra Venezuela”. Esto, prosigue, “lo hemos visto en otras naciones atacadas por Estados Unidos, como Irak. Los militares mismos estaban diciendo que podían reducir la presencia militar, pero eso no convenía políticamente”.
Las acusaciones contra Venezuela persiguen varios propósitos, enumera el activista: Que el gobierno de Barack Obama pueda mostrar a la derecha estadounidense que está luchando contra “el terrorismo”; y quitarle estabilidad a la Revolución Bolivariana con ataques diplomáticos, matrices mediáticas y acciones políticas y militares.
Conteris lo resume en una frase: Venezuela es una amenaza a la hegemonía de Estados Unidos en la región. “Representa el cambio en América Latina, ha apoyado a otros países para que se independicen de las trasnacionales”.
El complejo militar-industrial yanqui ve la guerra como una ganancia. “Hay plusvalía en la sangre que se derrama, en los ataques directos e indirectos contra pueblos de América Latina”.
La arremetida contra el pueblo venezolano se va a intensificar, “igual que se ha hecho contra Irán”, lamenta Conteris. El hecho de que el general Douglas Fraser haya defendido un argumento un día, y en menos de un mes cambiara por completo, es una muestra de ello.
Obama no cambia
En su campaña electoral para la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama machacó dos palabras: hope (esperanza) y change (cambio). Pero esto fue más que retórica, manifestó Andrés Thomas Conteris.
“Vimos un cambio de palabras cuando el presidente Obama viajó a Trinidad y Tobago. Allí, declaró cosas positivas; afirmó que la política hacia América Latina iba a cambiar. El presidente Hugo Chávez le regaló el libro de Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina”, rememora Conteris.
Pero esas palabras se las llevó el viento, y el mejor ejemplo “es el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en Honduras”. Al comienzo, “Obama afirmó que era un golpe de Estado, pero nunca lo declaró un golpe militar para no cortar la ayuda militar y económica”.
El activista, quien se encuentra en el país centroamericano, denuncia que el régimen ilegítimo hondureño “sigue siendo violento contra el pueblo, contra la resistencia. El gobierno de Porfirio Lobo es una extensión del golpismo. En las últimas tres semanas asesinaron a sangre fría a tres periodistas”. Todo esto ocurre ante la mirada impávida del hombre del “change”.
La SIP: un apéndice de la política exterior estadounidense
Comenzó la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa. En el encuentro, que se efectúa en Aruba, uno de los temas centrales para criticar, para cuestionar, para intentar acorralar es Venezuela. En entrevista con el Correo del Orinoco, Ernesto Carmona, dirigente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, recalca que la SIP siempre arremeterá contra la Revolución Bolivariana.
-¿Por qué la SIP siempre tiene posiciones contra Venezuela y contra los gobiernos progresistas de América Latina?
-Históricamente, desde su fundación en 1949, la SIP ejerce la defensa publicitaria de todo lo que es malo para los pueblos de América Latina. En los hechos, la agrupación de los dueños de diarios de EEUU y del continente es un apéndice de la política exterior de EEUU, complementaria del Departamento de Estado, la CIA, la OEA y otras instancias del poderío imperial estadounidense. Los diarios SIP han apoyado todos los golpes militares que hubo en la región durante sus 61 años de existencia, e incluso desde mucho antes que existiera como organización empresarial interamericana. Apoyaron el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala, en el debut de la CIA de 1954, por llevar a cabo una reforma agraria que perjudicaba a la bananera United Fruit y siguieron esa línea hasta el presente.
-¿Qué impacto tiene, en el contexto internacional, el informe de la SIP contra Venezuela?
-Entre los pueblos latinoamericanos no tiene ningún impacto, pues sus diarios sólo los leen las élites políticas que ejercen el poder y cuyos intereses coinciden con los del imperio. Esta propaganda, que repercute en la gran caja de resonancia mediática de los medios con influencia en América Latina y el Caribe, encabezados por CNN y los grandes diarios, les da animo a las clases propietarias en temas que ya han resuelto apoyar, como hoy es la demonización del gobierno de Venezuela.
-¿Venezuela debe tomar en cuenta las “sugerencias” de la SIP? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
-La peor batalla es la que no se da. Venezuela debe responder permanentemente a los ataques ideológicos de la SIP en el plano de las ideas, luchando por sacar a luz la verdad, pues el monopolio mediático pro imperial prácticamente tiene un dominio completo en la región. Además, defenderse es una obligación ética impuesta por su liderazgo ejemplarizador ante el resto de los pueblos del continente.
-¿Existe alguna relación entre las declaraciones del Pentágono contra Venezuela y la reunión de la SIP?
-Toda ofensiva del imperio siempre está perfectamente sincronizada con las fuerzas y organizaciones reaccionarias de todo el planeta. Hoy, esas ofensivas están globalizadas, sueltan su purulencia simultáneamente en todo el mundo, desde Washington y Miami a Madrid y Santiago, a través del sistema mediático mundial controlado por el imperio y sus lacayos serviles que lo acompañan en la aventura de Afganistán e Irak, con la OTAN a la cabeza. ¡Cómo es posible que España, un país que está en crisis y desnuda su condición real de subdesarrollo y pobreza, mande a matar a su gente a Afganistán, en aras de la democracia, o emprenda la “limpieza” de “los piratas somalíes, que en realidad defienden sus mares de la depredación y la descarga de basura? El mundo está al revés, los buenos son presentados como los malos, por obra de la SIP y el control informativo mundial.
-¿Por qué el Pentágono se pronuncia contra Venezuela? ¿Qué puede esperar Venezuela a raíz de estas declaraciones de Douglas Fraser?
-Venezuela, que ya sufrió un intento de golpe de Estado en 2002, debe estar siempre preparada y alerta para lo peor. La amenaza hoy se llama Colombia y su fuerza paramilitar fuera de todo control, respaldada logísticamente por las nuevas bases militares autorizadas por Uribe.
El Diario cubano Granma publicaba en el 2004 un artículo de Percy Alvarado Godoy La campaña antiterrorista de los Estados Unidos y su influencia en América Latina durante el 2004, describiendo precisamente una re unión celebrada en Montevideo.   
Los Estados Unidos conceden extraordinaria importancia a la actual campaña antiterrorista en Latinoamérica como un poderoso medio para apuntalar a su política injerencista en esta región y disponer de un traspatio seguro para su política a nivel mundial.
Es por ello que en la reciente Cuarta Sesión Ordinaria del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE), efectuada en Montevideo, Uruguay, entre los días 28 y 30 de enero del presente, altos funcionarios norteamericanos se dedicaron exaltar el papel del CICTE en el cumplimiento de los compromisos continentales contra el terrorismo. John Maisto, representante permanente de los EE UU ante la OEA, expresó al respecto: el CICTE se ha establecido a sí mismo, a nivel mundial, como uno de los principales organismos continentales.
Por su parte, Cofer Black, coordinador para antiterrorismo en el Departamento de Estado norteamericano, expresó el 29 de enero al dirigirse a los participantes en el evento, que los objetivos actuales de su administració n son, en materia de lucha contra el terrorismo, los siguientes:
1) Derrotar a las organizaciones terroristas de alcance mundial mediante el ataque a su liderato, finanzas y comunicaciones;
2) cooperar con otras naciones para privar a los terroristas de patrocinio, apoyo o refugio;
3) ocuparse de las condiciones subyacentes que los terroristas tratan de explotar;
4) defender a Estados Unidos, sus ciudadanos e intereses en el país y en el extranjero mediante la aplicación sostenida de recursos diplomáticos, financieros, de inteligencia, militares y de ejecución de ley.
Para ello, obviamente, ambos funcionarios reconocieron el importante papel que le corresponde a la región para procurar que la misma no se convierta en zona para tránsito de terroristas, refugio de los mismos o marco propicio para el tráfico de armas o lavado de dinero. Insistiendo en este punto, Cofer Black instó al CICTE y a la OEA para asegurar que nuestro hemisferio desarrolle una estrategia antiterrorista bien coordinada y abarcadora.
Al respecto, recabó más apoyo a los programas establecidos por EE.UU ., tales como la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (destinada a contener la proliferación de armas de destrucción masiva), así como el US-Visit, la Iniciativa de seguridad en Contenedores el Programa de Interceptació n Terrorista. Dentro de este propósito, hizo un llamado a cooperar mediante el intercambio de información sobre amenazas al espacio cibernético y propiciar el establecimiento de un Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad de Computadoras.
Finalmente, Black destacó: Organizando nuestros recursos para proveer ayuda a la creación de capacidad, podemos disuadir a los terroristas de tomar como blancos los estados más débiles o usarlos como refugios seguros o para recaudar fondos.
No podía faltar, por supuesto, la zanahoria a la hora de recabar apoyo para la política antiterrorista de la administració n norteamericana. En presencia de Cofer Black y John Maisto, así como de Crescencio Arcos (Director de Asuntos Internacionales del departamento de Seguridad Interna) y de John Malcom (vicesecretario del Departamento de Justicia), se hizo el anuncio de que EE . UU . entregaría 1,6 millones al CICTE.
Días después, el 3 de marzo del 2004, el vicejefe del Comando Sur de EE .UU . , general Rod Bishop, insistió en el tema de la cooperación hemisférica contra el terrorismo. Durante la Conferencia La conexión terrorista del Medio Oriente en América Latina y el Caribe, efectuada en Washington, identificó diversas zonas de la región como propensas a actividad de refugio, tránsito y lavado de dinero por parte de terroristas. Entre ellas señaló la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, Isla Margarita en Venezuela, Colombia y Trinidad Tobago.
Por supuesto, enfatizó en la necesidad de detener esas actividades mediante la mayor cooperación entre las naciones del hemisferio.
Tanto Bishop como William Pope, coordinador adjunto principal de la lucha antiterrorista del departamento de Estado y participante también en la conferencia, reconocieron el apoyo a las políticas norteamericanas en gran parte de la región y la necesidad de perfeccionar la capacidad de respuesta de los países de la misma en la lucha antiterrorista.
Un día antes, específicamente el 2 de marzo, otro alto funcionario abordó el tema de la cooperación hemisférica contra el terrorismo. El Secretario Adjunto para el hemisferio Occidental del departamento de Estado, Roger Noriega, realizó un amplio informe ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.
El discurso de Noriega en nada se diferenció al de otros funcionarios norteamericanos, destacando en primer lugar la importancia de la región para las concepciones geopolíticas norteamericanas. Dentro de este enfoque hizo una edulcorada loa al predominio de una pretendida democracia en la región y, por supuesto, no podía dejar escapar la oportunidad para lanzar diatribas contra Cuba, la única excepción antidemocrática para él. Al respecto, señaló: Nos proponemos ayudar a crear las condiciones que pondrán fin al único gobierno totalitario del hemisferio y reintegrarán al pueblo cubano como miembro de la sociedad de las Américas.
Sin lugar a dudas, el señor Noriega no podía pasar por alto ante los miembros del Senado la forma de justificar los fondos solicitados para ayudar a los países de la región. Para ello usó el manido argumento de que estas naciones poseen plena conciencia de la necesidad de luchar contra el terrorismo y otros males, pero carecen de capacidad para hacerlo. Estados Unidos, por ende, está llamado a apoyarlos y proveerlos de recursos para tal fin.
Noriega solicitó la cifra de 731 millones de dólares en el Presupuesto para el año fiscal 2005, incluyendo a Colombia, para apoyar la lucha contra el comercio de narcóticos y el narcoterrorismo a través de la Iniciativa Antidrogas Andina (IAD).
Un hecho de particular importancia fue el reconocimiento por parte de Noriega de la reorientación de fondos para combatir el delito hacia la lucha terrorista, tal como ocurrió en la zona de la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Por su parte, con respecto a la Financiación Militar Externa (FMF), Noriega solicitó la cifra de 108 millones de dólares para desarrollar programas vinculados a:
1) Fortalecimiento de la autoridad en zonas remotas en las que pueden refugiarse terroristas y narcotraficantes.
2) Reforzar la seguridad territorial controlando las vías de ingreso a estados Unidos.
3) Mejorar la capacidad de determinadas fuerzas de la región para procurar el mantenimiento de la paz.
Este último objetivo condiciona la ayuda norteamericana a que las naciones apoyen a Estados Unidos en su política agresiva a nivel internacional, reconociendo Noriega el papel de Nicaragua, El Salvador, Honduras y República Dominicana para participar en la guerra de Irak. La zanahoria, sin lugar a dudas, servirá de premio y estímulo a las posiciones lacayunas de determinados gobiernos latinoamericanos.
En esencia, la campaña antiterrorista norteamericana para América Latina está dirigida a fines que en nada beneficiarán a las naciones de la región y de los que el gigante del norte sacará un mejor provecho. Al erigirse en líder de la misma, siendo el que la financia, busca:
· Garantizar un traspatio seguro mientras se lanza a aventuras bélicas en el resto del mundo.
· Fortalecer sus mecanismos de dominación en la región al proveer de recursos a gobiernos que los apoyan incondicionalmente.
· Utilizar estos recursos y medios sofisticados para debilitar a los movimientos revolucionarios y progresistas en el área.
· Y, por último, disponer de socios comprometidos a aportar tropas y apoyo en sus campañas bélicas en el mundo a cambio de un puñado de dólares.
Corresponde a todos, pues, descubrir la verdadera esencia de esta campaña antiterrorista para la América Latina, por cuanto en nada beneficia a nuestros países, ya que esos cuantiosos recursos no están destinados al desarrollo, a la erradicación de la pobreza y las enfermedades que asolan a nuestros países, sino a consolidar los mecanismos de dependencia al poderoso vecino del Norte.
Otra perla más para el largo collar del gobierno de Mujica. Para tal Presidente, el tal ministro. Corriendo a presentarse ante el amo norteamericano, a seguir mandando soldados a Haití y el Congo aunque el patrón norteamericano nos les pague un peso. ¡Que importa si Rosadilla saca plata del Banco República con un interés del 6% anula que vamos a pagar todos los uruguayos con impuestos!
Y todo para cuidarle los intereses al imperialismo yanqui. Para hacer el trabajo sucio. Hoy en Haití y el Congo, pero mañana puede ser en Afganistán, Irak o hasta Cuba o Venezuela. Por que la ritmo que van, desde Mujica hasta Rosadilla no dan un carajo por Cuba y al igual que la “gusanera” cubana en Miami, se adelantan en pronosticar derrumbes y caídas.
Esta ala del MLN, se caracteriza por su nacionalismo exacerbado y el anticomunismo feroz de toda la vida. Rosadilla confunde “terrorismo” con lucha armada, él en realidad contra lo que está y estuvo siempre es contra los fierros.
Cumplió bien los deberes, ahora el imperialismo lo invita y nada menos que a construir base de datos con los prontuarios de las organizaciones terroristas, a celebrar compromisos en la lucha contra todas aquellas personas que para ellos son terroristas. Los mismos que albergan a Posadas Carriles, y a cuanto gusano cubano que haya atentado contra Cuba.
Da lástima verlos tan alcahuetes de los yanquis, y de los milicos de la dictadura.
Pero más lástima dan los frenteamplistas que ya sin excusas de ninguna clase, sin argumentos de ningún tipo, sin una sola cosa a favor igualmente siguen defendiendo a esta gente arrepentida de todo.  
Viajar a Estados Unidos en plana campaña mediática contra Cuba y Venezuela, cuando a ambos países se les pretende desestabilizar, al primero movilizando unas treinta mujeres parientas de presos gusanos financiados por los Estados Unidos. Y el segundo país Venezuela al cual ahora se le acusa de proteger a militantes de la ETA, se le llama por parte de la prensa española de derecha “santuario de la ETA”. Se le señala como fomentador del terrorismo iraní, y se trata de desestabilizar el gobierno movilizando a los estudiantes hijos de adinerados venezolanos.
¡Qué tenemos que estar haciendo como país, en una conferencia contra terrorismo, cuando no tenemos arte ni parte en esas lides. Lo que van a lograr metiéndose, y ojalá no pase, es que quedemos comprometidos hasta que un día llegue un “turco” de esos que no anda con chiquitas y tengamos que lamentar como pasó en España.
¿Acaso los comunistas tampoco se dan cuenta lo que está pasando?
Por un lado Lorier hace discurso contra la derecha en el Parlamento en defensa de Cuba. Por otro los militantes del PCU van a la mesa política del FA como si fueran militantes de base y allí sacan una declaración que ni fu ni fa.
¿Pero y desde los cargos de gobierno qué dicen?
¿Qué hacen que no se van mejor dicho?
¡Ah… ya sabemos están dando la lucha desde adentro seguramente!
¡CADA DIA QUE PASA LOS MÁRGENES DE MANIOBRA SON MENORES!
¡YA NO QUEDA TIEMPO PARA ANDAR CON UNA SOLA ASENTADERA EN DOS CABALLOS! 
23 de marzo de 2010
MENSAJE DE LA 36
http://www.radio36. com.uy 

Crisis y contraofensiva imperialista de Estados Unidos en América Latina

Renan Vega Cantor Rebelión

"Para controlar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia"

Paul Coverdale, Senador Republicano de los Estados Unidos, Primer ponente del Plan Colombia en el Senado de los Estados Unidos, 1998.

“Aunque muchos ciudadanos teman otro Vietnam, resulta necesario, porque Venezuela tiene petróleo. Venezuela tiene animadversión por Estados Unidos, éste debe intervenir en Colombia para dominar a Venezuela. Y puesto, que Ecuador también resulta vital, y los indios de allí son peligrosos, los Estados Unidos, también tienen que intervenir ese país. (…) Si mi país está librando una guerra civilizadora en el remoto Iraq, seguro estoy que también puede hacerlo en Colombia, y dominarla a ella y a sus vecinos: Venezuela y Ecuador”.

Paul Coverdale, 10 de abril de 2000.

La vergonzosa entrega de la soberanía colombiana a los Estados Unidos, rubricada con el establecimiento de siete bases militares en nuestro territorio, hace parte de una estrategia más amplia de la primera potencia mundial por asegurarse el control de su patio trasero latinoamericano por las próximas décadas, en un momento en que su hegemonía mundial está seriamente resquebrajada. Dicha crisis de hegemonía se manifiesta en

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dos circunstancias complementarias: la crisis económica que los carcome desde dentro, y la derrota estratégica que sufre en Irak y en Afganistán, la cual se desarrolla en cámara lenta y se rubrica con la pretensión fallida de darle un vuelco a la situación con el envío de 30 mil sold

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ados adicionales al frente de guerra afgano por parte de Barak Obama, flamante Premio Nobel de la Paz, (sic). Sin embargo, para contrarrestar esa perdida de hegemonía en el mundo, Estados Unidos refuerza su intromisión en América Latina, donde lleva a cabo una contraofensiva, como lo sustentamos en este artículo.

1. Estados Unidos: la crisis interna se acentúa

En los últimos meses se ha convertido en un pasatiempo popular, practicado por los principales voceros del capitalismo a nivel mundial, anunciar el fin de la recesión y el comienzo de una imparable recuperación. Estos vaticinios poco tienen que ver con la realidad del capitalismo actual, como se demuestra al evocar la magnitud de la crisis económica en los Estados Unidos, la cual se ha prolongado más allá de lo previsto por los analistas del establecimiento. En efecto, y este es el primer elemento a destacar, la crisis ya lleva más de dos años, si recordamos que se inició en junio del 2007 cuando se declararon en quiebra algunos fondos especulativos en los Estados Unidos y se constató que el Brea Sterms, el tercer banco en importancia de ese país, se encontraba en serias dificultades. Ese fue el comienzo cronológico, en el corto plazo, de la actual crisis económica y financiera en Estados Unidos, que de manera inmediata repercutió en el resto del mundo.

A pesar de la política de salvataje financiero y empresarial, impulsada por las administraciones Bush y Obama, la crisis no ha podido ser superada y antes por el contrario se ha inflado una nueva burbuja especulativa, la del dinero del salvataje, que está creciendo de manera vertiginosa, y que es muy probable que estalle en el momento menos pensado. A la par, han continuado las quiebras de entidades financieras, lo que ha originado fusiones y adquisiciones bancarias que han concentrado aun más al sector financiero, típico por lo demás de la lógica capitalista que se expresa en las máximas “el pez grande se come al chico” y “sálvese quien pueda”. Así, desde comienzos del 2009 se anunció que tres bancos de los Estados Unidos, Bank of America, Wells Fargo y PNC Financial Services Group adquirieron a sus antiguos competidores Merrill Lynch, Wachovia y National City respectivamente. De esta manera, estos bancos aumentaron sus activos y el número de sus oficinas en todo el país y, como no podía faltar, estas fusiones ocasionaron miles de trabajadores despedidos.

Como suele suceder en el capitalismo, el peso de la crisis recae sobre los sectores más pobres y sobre los trabajadores, como se evidencia con los efectos más negativos de la actual recesión. Así, el número de personas sin techo (homeless) ha aumentado en el último año, incorporando ahora a una mayor cantidad de familias jóvenes que no ha podido cumplir con los pagos de las hipotecas. En todo Estados Unidos aumentó en un 10 por ciento el porcentaje de homeless, pero en algunas regiones de ese país creció hasta un 56 por ciento. Así mismo, como consecuencia de la crisis, en el 2010 unos ocho millones de niños alcanzarán el estado de extrema pobreza y aumentarán los suicidios y acciones delincuenciales de que serán victimas o protagonistas esos infantes. La situación de los más pobres ya es tan precaria que Ruby Takanashi, presidenta de la Fundación para el Desarrollo del Niño, ha afirmado que "actualmente, los niños son una especie amenazada en la sociedad estadounidense". Así mismo, todos los días se hunden literalmente en la pobreza miles de estadounidenses al quedar desempleados y perder en forma automática su cobertura médica. Los datos son indicativos, puesto que cada semana en la Florida pierden esa cobertura médica 3.500 personas, en Nueva York 2500, en Georgia 1600 y en Michigan unas 1000.

En el mismo sentido negativo para los trabajadores, la tasa de desempleo alcanzó el 10.2 por ciento en el mes octubre de 2009, la cifra más elevada de los últimos 27 años, sólo superado por el 10,8 al que subió el desempleo en el invierno de 1982. De igual forma, se alcanzaron los máximos históricos en el tiempo que tarda un desempleado en reengancharse, que ahora es de siete meses y medio. Si hablamos de un desempleo del 10 por ciento, de una fuerza laboral compuesta por 154 millones de personas, existen un poco más de 15 millones de personas desocupadas. Esta cifra adquiere mayor relieve si se compara con la de 7 millones y medio de desempleados existentes en diciembre de 2007. Por supuesto, quienes mantienen su empleo o los que luego de varios meses consiguen algún trabajo, deben soportar la precarización laboral, esto es, peores salarios, e intensidad laboral más severa, como se evidencia en el incremento en el número de horas por hombre/mujer ocupados: en noviembre de 2009 los trabajadores laboraron un 5 por ciento más de horas semanales con respecto al mismo mes de 2007.

Como expresión macroeconómica de todos los aspectos mencionados, el déficit presupuestario del gobierno de los Estados Unidos alcanzó el record histórico de 1400 billones de dólares, acentuado tanto por la caída en la recaudación de impuestos (los ingresos gubernamentales cayeron en un 16,6 por ciento en el 2009 con respecto al año anterior) como por el gasto colosal de la administración para estabilizar el sistema financiero, salvar bancos y empresas y estimular la economía interna, lo que incrementó en un 18,2 por ciento esos gastos. La caída en los ingresos se explica por el aumento del desempleo, por la reducción de los salarios, y por una política tributaria laxa con los capitalistas y los especuladores.

Literalmente, hay regiones de los Estados Unidos que se han hundido en la tercermundización, si por ello se entiende que los Estados federales no cuentan con recursos para garantizar el funcionamiento del aparato burocrático, ni pagar al personal administrativo, y han tenido que cerrar escuelas, hospitales y abandonar obras de infraestructura, todo lo cual ha aumentado la pobreza. El caso más emblemático, aunque no el único, es el del Estado de California, catalogado como la octava economía del mundo y visto siempre como una de las joyas de la corona de los Estados Unidos. En el año 2009 entró en quiebra ante la drástica reducción de sus ingresos fiscales, y para poder conseguir recursos anunció la venta y/o arrendamiento de plazas y parques públicos, y el gobernador Arnold Schwarzenegger, el antiguo Terminator, decidió disminuir los sueldos de los empleados públicos, de los maestros, de los policías y de los bomberos, pero ni aun así les pudo pagar a tiempo.

Adicionalmente, el gobierno estatal de California decidió, previo acuerdo con el Congreso, disminuir en 14 mil millones de dólares su presupuesto y los recortes se aplicaron en los servicios destinados a los pobres, a los ancianos y a los discapacitados. Así mismo, se aprobó conceder tres días mensuales de vacaciones extras y sin pago alguno a los funcionarios estatales, para disminuir gastos. Incluso, se habló de liberar 27 mil presos y de cerrar algunas cárceles. Se ha dado el caso que grupos de ciudadanos de ese Estado han propuesto la legalización de la marihuana, medida que reportaría ingresos al fisco de ese Estado. Para impulsar esa legalización se ha hecho un comercial de televisión, que es defendido por su protagonista en estos términos: “El gobernador ignora a miles de californianos que quieren pagar más tasas. Somos consumidores de marihuana y los impuestos derivados de su legalización podrían pagar el salario de 20.000 profesores”. En cuanto a los niños, ya son los más afectados porque en California se ha anunciado que al año escolar se le recortará una semana, con la perspectiva de ahorrar 5300 millones de dólares en los rubros de docentes y mantenimiento de los centros educativos.

Por todos los elementos mencionados de manera panorámica, las perspectivas inmediatas de recuperación de la economía estadounidense son poco halagüeñas, en la lógica misma del sistema capitalista, esto es de una economía que funciona a partir de la capacidad de compra de la población para que se vendan las mercancías producidas, lo que sólo se garantiza si una porción significativa tiene empleo para poder consumir a granel y esto estimula el funcionamiento de la producción capitalista, aunque no sea en los Estados Unidos, que ya produce muy pocas cosas, sino en el exterior, en las mal llamadas economías emergentes, principalmente en China. Al respecto, es bueno recordar que hasta hace pocos meses el consumo interno en Estados Unidos originaba el 60 por ciento del crecimiento de la economía mundial, estando lo primero basado en el endeudamiento de las familias estadounidenses. La pregunta central que se deriva de ello es esta: ¿Quién en estos momentos puede sustituir a los voraces consumidores de Estados Unidos, cuando aumenta su desempleo y caen los salarios reales de los trabajadores ocupados y ya no hay perspectivas consistentes de proseguir con el endeudamiento forzado por la quiebra del sistema hipotecario?

2. Contraofensiva imperialista

En la historia de los Estados Unidos en particular y de los países imperialistas en general, no es la primera vez que la crisis interna que soporta el sistema intente ser paliada en el exterior y mediante la guerra. Eso es lo que sucede hoy en diversos lugares del mundo: en Iraq y Afganistán, donde la presencia de los Estados Unidos cumple varios años, y en el último país se acentúa la presencia militar del imperialismo estadounidense, a pesar de la derrota estratégica que soporta en estos momentos; en otros lugares del oriente próximo, en los cuales con intermediación israelita masacra a palestinos y amenaza con desencadenar una agresión contra Irán, que ya algunos propagandistas del estado sionista anuncian para mediados de 2010; en América Latina, donde el golpe en Honduras, el establecimiento de bases militares en Colombia y Panamá, la reactivación de la Cuarta Flota y la guerra de cuarta generación hacen parte de una estrategia de control de su patio trasero.

Esa estrategia bélica se manifiesta de manera directa en el terreno económico, puesto que el presupuesto militar de Estados Unidos correspondiente al 2010 ha sido el más alto de toda su historia, con un monto de 680 mil millones de dólares, una cifra superior a todo el gasto militar del resto del mundo. Este dato adquiere sentido si se compara con el presupuesto militar de Estados Unidos en el 2000, cuando fue de 280 mil millones de dólares, lo que indica un crecimiento de más del cien por ciento en menos de una década. Al mismo tiempo, el anuncio reciente de enviar otros 30 mil soldados a Afganistán representa un costo adicional de un millón de dólares anual por cada soldado enviado al frente. Los que se frotan las manos con estos gastos son los industriales de la guerra, los empresarios del petróleo y de diversos sectores económicos que ven un gran negocio, y un salvavidas interno, en azuzar la guerra fuera de las fronteras de los Estados Unidos. En este contexto, examinemos de forma sucinta la situación de nuestro continente.

A. La importancia geoeconómica y geopolítica de América Latina

A la par de la crisis económica y financiera, Estados Unidos, así como el conjunto de grandes potencias capitalistas, viejas y nuevas, soporta otra crisis paralela, que tiene un condicionamiento material directo: el agotamiento de los recursos y la energía que han posibilitado el actual nivel de opulencia y despilfarro que se vive en los países capitalistas centrales.

Esto es un resultado apenas elemental de la expansión mundial del capitalismo en las dos últimas décadas, lo cual ha venido acompañado de sus formas de producción y consumo, que requieren de cantidades ingentes de recursos y energía, indispensables para producir autos, computadores, celulares, generalizar la comida chatarra y garantizar la permanente innovación tecnológica. En términos globales, Estados Unidos, que tiene sólo el 5 por ciento de la población del mundo, consume el 30 por ciento de petróleo y el 25 por ciento de todos los recursos no renovables, que van desde la A, de alumina, hasta la Z, de Zinc.

Recientes estudios del Mineral Information Institute, citados por el investigador mexicano John Saxe-Fernández, presentan información detallada sobre los problemas de autosuficiencia por parte de Estados Unidos en materiales prioritarios, que se encuentran en el exterior. Por ejemplo, depende del ciento por ciento del arsénico, columbo, grafito, manganeso, mica, estroncio, talantium, y ttrium; del 99 por ciento, de la bauxita y alúmina; del 98 por ciento de piedras preciosas; del 95 por ciento de diamantes industriales y asbestos; del 94 por ciento del tungsteno; del 91 por ciento del grupo de metales del platino; del 84 por ciento del estaño; del 79 por ciento del cobalto; del 75 por ciento del cromo; del 66 por ciento del níquel; del 88 por ciento del flúor; del 86 por ciento de tántalo; del 82 por ciento de barita; del 74 por ciento de potasio; del 62 por ciento de antimonio; del 50 por ciento de cadmio. A esto debe agregarse la dependencia de petróleo y gas natural, ya que Estados Unidos necesita traer del exterior más de la mitad de los hidrocarburos que en este momento consume.

Esto explica que se libre hoy una brutal, y no declarada, guerra mundial por el control de los recursos que aun le quedan a nuestro planeta, en el que participan como protagonistas principales Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Japón y Rusia, entre las potencias principales.

Las declaraciones de políticos, militares y empresarios de los Estados Unidos sirven para sopesar la magnitud de la guerra por el control de los recursos. Sólo a manera de ilustración citemos a algunos de ellos. Según Spencer Abraham, uno de los Secretarios de Energía del gobierno de Bush, su país "enfrenta una crisis de suministro de energía mayor durante las próximas dos décadas. El fracaso para encarar este desafío amenazará la prosperidad económica de nuestra nación, comprometerá nuestra seguridad nacional y literalmente alterará la forma en que nosotros llevamos nuestras vidas".

Por su parte, Ralph Peters, Mayor retirado del Ejército de los Estados Unidos, afirmó en Armed Forces Journal, (una revista mensual para oficiales y dirigentes de la comunidad militar de USA.) en agosto de 2006: “No habrá paz. En cualquier momento dado durante el resto de nuestras vidas, habrá múltiples conflictos en formas mutantes en todo el globo. Los conflictos violentos dominarán los titulares, pero las luchas culturales y económicas serán más constantes y, en última instancia, más decisivas. El rol de facto de las fuerzas armadas de USA será mantener la seguridad del mundo para nuestra economía y que se mantenga abierta a nuestro ataque cultural. Con esos objetivos, mataremos una cantidad considerable de gente”.

En el escenario de esa guerra mundial por los recursos, uno de los principales campos de batalla, aparte del oriente medio, es América Latina, que tradicionalmente ha sido dominado por los Estados Unidos y que hoy adquiere una renovada importancia porque suministra el 25 por ciento de todos los recursos naturales y energéticos que necesita el imperio del norte. Además, los pueblos de la América latina y caribeña habitan un territorio en el que se encuentra el 25 por ciento de los bosques y el 40 por ciento de la biodiversidad del globo. Casi un tercio de las reservas mundiales de cobre, bauxita y plata son parte de sus riquezas, y guarda en sus entrañas el 27 por ciento del carbón, el 24 por ciento del petróleo, el 8 por ciento del gas y el 5 por ciento del uranio. Y sus cuencas acuíferas contienen el 35 por ciento de la potencia hidroenergética mundial.

En cuanto a petróleo y gas se refiere, México cuenta con un potencial de petróleo, extraíble con la tecnología vigente, hasta el año 2012; Venezuela tiene 30 años de reservas para seguir explotando, pero posee petróleo asfáltico, lo cual aumenta sus reservas; Bolivia tiene importantes recursos de gas, 27 trillones de pies cúbicos, que alcanzaría para exportar hasta el 2024; además, pueden existir grandes reservas de hidrocarburos en Guatemala, Costa Rica y Ecuador, entre otros países de la región.

En lo que respecta a la Amazonía, la selva más biodiversa de la tierra, con una extensión de 7 millones 160 mil kilómetros cuadrados, alberga la mayor extensión de bosques tropicales del planeta (56 por ciento) y posee una gran variedad biológica de ecosistemas, especies y recursos genéticos. Allí se encuentra un millón y medio de especies conocidas y se estima que puede albergar más de diez millones, Un somero inventario indica la presencia de 50.000 variedades de mamíferos; 20.000 de reptiles, anfibios y aves; 21.000 de peces; 140.000 de vertebrados; 90.000 de invertebrados y artrópodos; 90.000 de plantas inferiores; 270.000 de plantas superiores y 55.000 de microorganismos. Por el Amazonas y sus más de 7.000 tributarios corren 6.000 billones de metros cúbicos de agua por segundo. Adicionalmente, es la zona que más oxígeno provee (40 por ciento del oxígeno del mundo) y la que absorbe una mayor cantidad de carbono, en razón de lo cual, y con sobrados meritos, se le denomina el “pulmón del planeta”.

Con estos datos queda claro que América Latina no es poca cosa en la lucha mundial por los recursos y de ahí la prioridad estratégica de los Estados Unidos por asegurarse su control, cosa que hoy se ha tornado algo complicada por la emergencia de ciertos gobiernos nacionalistas, que configuran lo que los ideólogos de Washington denominan el “eje del mal”, o “el arco de la inestabilidad regional”.

Para reafirmar la importancia de América Latina para el decadente imperialismo estadounidense, valga señalar que en el documento Santafé IV, publicado en el 2000 y soporte doctrinario de George Bush junior, se sostiene que “el hemisferio ha sido bendecido con recursos naturales y un clima que lo convierte en un paraíso único y virtual para quienes usen sabiamente tales recursos”. Por su parte, el antiguo Secretario de Estado, Colin Powell, a propósito del ALCA sostuvo: “Nuestro objetivo es garantizar para las empresas estadounidenses el control de un territorio que se extiende desde el Ártico hasta la Antártica y el libre acceso sin ninguna clase de obstáculo de nuestros productos, servicios, tecnologías y capitales por todo el hemisferio”.

B. “Nuevos” golpes de Estado: el caso de Honduras

En su proyecto de asegurarse el control de esta vasta zona del planeta, rica en recursos, agua y biodiversidad, el decadente imperialismo estadounidense no ha dudado en acudir a todo tipo de acciones, para mantener su dominio en la región. En los últimos tiempos, y con independencia del partido que gobierne en Estados Unidos, el imperialismo ha decidido revertir la correlación de fuerzas desfavorable y para eso ha impulsado la desestabilización y, si es el caso, el derrocamiento de aquellos gobiernos que no sean proclives a sus intereses o que desempeñen algún papel medianamente independiente. El ejemplo actual más emblemático es el de Honduras, donde el 28 de junio de 2009 se efectuó un golpe de estado militar, aunque con careta civil, que ha sido respaldado por el gobierno de Barack Obama.

Este golpe de Estado puede denominarse como la implementación en nuestra América del “modelo afgano”, ilustrado por la forma burda como ha sido elegido y reelegido el títere yanqui Hamid Karsai, cuyo respaldo fundamental y único lo proporcionan las fuerzas de ocupación, junto con unas cuantas fracciones de los llamados “señores de la guerra”.

En América Latina antes de Honduras en el 2002 se intentó, sin éxito, efectuar un golpe de Estado similar en Venezuela, que fue un rotundo fracaso. En Haití en el 2004 se realizó un golpe de Estado, cuando fue derrocado, por una coalición de los sectores más retrógrados de ese país, manejada y financiada por Francia y Estados Unidos y vergonzosamente avalada por fuerzas de ocupación de la ONU, el presidente constitucional Jean Bertrand Aristide, que fue expatriado por la fuerza y conducido a África. En este sentido, lo sucedido en Honduras no es muy nuevo, sino que es el hecho más reciente y ha contado con una mayor difusión y rechazo, debido en gran medida a la labor de denuncia y oposición interna y la repulsa de la casi totalidad de los países de América Latina.

En términos estratégicos, lo sucedido en Honduras ha significado un golpe a La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y al proyecto boliviariano, encabezado por Venezuela, y ha sido una advertencia para todos los gobiernos de la región, en el sentido que si no se pliegan a las disposiciones imperialistas de los Estados Unidos y sus empresas, en el futuro inmediato van a correr la misma suerte del presidente Zelaya.

En el golpe de Honduras han confluido un cúmulo muy diverso de circunstancias, que pone de presente lo que está en juego: impedir, como ya se dijo, la consolidación del ALBA; revertir la negativa del gobierno de Zelaya de privatizar la empresa Hondutel y cederla a capital transnacional; echarle tierra a la pretensión de Zelaya de suprimir la base militar estadounidense de Palmerola para convertirla en la sede del aeropuerto principal de Tegucigalpa; suprimir el acuerdo firmado con Cuba, encaminado a comprarle medicamentos genéricos a bajo precio, lo que enfureció a las multinacionales farmacéuticas que terminaron respaldando el golpe.

Estados Unidos estaba interesado en sacar a Zelaya, y su derrocamiento se hizo con la participación de sus mandos políticos y militares, si se tiene en cuenta que el ejercito hondureño ha sido incondicional a aquel país desde hace décadas y el Comando Sur estadounidense en forma periódica realiza ejercicios con el ejercito hondureño y los cuerpos de elite de este último han sido formados y entrenados por la CIA y el FBI y comparten sus tradicionales valores anticomunistas y antipopulares.

El golpe de Honduras deja una cosa clara: al margen de la retórica seudo democratera del Premio Nobel de la Paz (sic), Estados Unidos retoma de manera directa su vieja práctica de apoyar a los regimenes más autoritarios y antipopulares, con tal que le sean incondicionales. Y en esto, pese a su crisis de hegemonía en el terreno mundial, lo que está haciendo Estados Unidos es aferrarse con más fuerza al control de su patio trasero y advertir a todos los gobiernos nacionalistas de la región sobre lo que les espera si no se someten a sus intereses y que no dudara en utilizar los medios que sean necesarios para alcanzar sus objetivos, incluyendo el uso directo de la fuerza.

Mediante una política de desgaste, Estados Unidos dio su apoyo tácito, aunque tuviera un discurso de aparente rechazo, a los golpistas hasta llegar a legitimarlos en unas elecciones amañadas y espurias que se realizaron a finales de noviembre de 2009, lo cual contó además con el respaldo vergonzoso de los gobiernos más abyectos de la región, como los de Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica.

Como para que no queden dudas de las fuerzas internacionales que respaldan el golpe en Honduras, baste mencionar que empresarios estadounidenses anunciaron, a través de Lloyd Davidson, un asesor de empresas en materia tecnológica, que "remover a Zelaya fue lo correcto porque con él no habría futuro". En la misma dirección se expresaron los senadores republicanos que aplaudieron la decisión del gobierno de Obama de reconocer las elecciones del 29 de noviembre que, con lo cual se legitimaba el golpe.

C. Las bases militares

Como parte de la guerra mundial por los recursos, Estados Unidos ha decidido reforzar su presencia militar en América Latina, y para ello ha implementado diversas medidas, en las cuales se destacan el impulso a la IV Flota para reposicionarse en los océanos del continente, la realización de maniobras conjuntas con ejércitos de la región, y, sobre todo, el establecimiento de bases militares, como se ha hecho oficialmente en Colombia, y se proyecta hacer también en Panamá.

Este último hecho es de tal relieve que nunca antes un territorio sudamericano había alcanzado tal grado de ingerencia militar de los Estados Unidos, ni siquiera en plena Guerra Fría, en la segunda mitad del siglo XX. Pero esa presencia militar también es indirecta mediante el procedimiento de armar y sostener al incondicional régimen colombiano, para replicar el papel que Israel desempeña en el Oriente Medio. En América Latina se combina una doble estrategia militar: de un lado, obtener bases para efectuar operaciones militares de gran calado que permitan el control territorial de todo el continente latinoamericano y el despliegue rápido hasta Cabo de Hornos, disponiendo de la utilización de lo más avanzado en tecnología bélica (como aviones no tripulados, radares de gran alcance, sistemas satelitales de espionaje, etc.); de otra lado, el no usar las bases militares como en el pasado, con una gran presencia de tropas propias, sino acudir a los ejércitos locales (v. g. el colombiano) y a grupos de mercenarios y asesinos a sueldo, bautizados con el inocente apelativo de “contratistas”. Eso ha quedado claramente establecido en una de las cláusulas del vergonzoso acuerdo que firmó el ilegal régimen uribista con sus amos estadounidenses el 30 de octubre de 2009, en el cual se les concede impunidad absoluta a los militares y mercenarios militares y administrativos que se desplieguen por el territorio colombiano (artículo VIII).

Con ese pacto, aparte de haber endosado por completo la soberanía territorial de Colombia a los Estados Unidos, se ha establecido en la práctica un protectorado militar por medio del cual “las autoridades de Colombia, sin cobro de alquiler ni costos parecidos, permitirán a Estados Unidos el acceso y uso de las instalaciones y ubicaciones convenidas” (artículo IV), junto con el empleo de los aeropuertos del país, sin que las aeronaves y los buques de Estados Unidos tengan que pagar tarifa alguna y “no se someterán a abordaje e inspección” (artículo VI).

Por supuesto, que la conversión de Colombia en el portaaviones terrestre de los Estados Unidos le concede un inusitado dominio militar sobre todo el continente latinoamericano e incluso con posibilidades reales de llegar hasta el occidente de África, si no se peca de la pretendida ingenuidad que muestra el gobierno de Obama, los voceros del régimen uribista y los testaferros intelectuales, académicos y periodísticos del imperialismo, que nos han querido vender la idea que las bases se han establecido en beneficio del todo el continente y con el pretexto de enfrentar el narcotráfico y el movimiento insurgente. Aunque a este último en efecto se le va a combatir, no se pone en marcha operaciones de tal magnitud ni se invierten tantos dólares (en la base de Palenquero el presupuesto de Estados Unidos para el 2010 consagró 46 millones de dólares para remodelarla y adecuarla a las necesidades del ejército yanqui) solo para un asunto puramente doméstico en Colombia. El objetivo es otro: se trata de contar con un dispositivo que permita acceder a territorios estratégicos en donde hay recursos (como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, la selva amazónica, entre otros). Esto lo reconoce sin tapujos un documento de la fuerza aérea de los Estados Unidos, fechado en mayo de 2009, en el cual se dice que con la base de Palenquero se busca “mejorar la capacidad de Estados Unidos para responder rápidamente a una crisis y asegurar el acceso regional y la presencia estadounidense” para garantizar “el acceso a todo el continente de Suramérica con la excepción de Cabo de Hornos”. Con esto, se tendrá “una oportunidad única para las operaciones de espectro completo en una sub-región crítica en nuestro hemisferio, donde la seguridad y estabilidad están bajo amenaza constante de las insurgencias terroristas financiadas por el narcotráfico, los gobiernos anti-estadounidenses, la pobreza endémica y los frecuentes desastres naturales”.

Esto simplemente confirma lo dicho por el Comando Sur del Pentágono con relación a Venezuela en el 2007: “Tres naciones, Canadá, México y Venezuela, forman parte del grupo de los cuatro principales suministradores de energía a EEUU, los tres localizados dentro del hemisferio occidental. De acuerdo con la Coalition for Affordable and Reliable Energy, en las próximas dos décadas Estados Unidos requerirá 31 por ciento más producción de petróleo y 62 por ciento más de gas natural, y América Latina se está transformando en un líder mundial energético con sus vastas reservas petroleras y de producción de gas y petróleo”.

D. La guerra contra Venezuela empezó hace tiempo, es de “cuarta generación”

Con todos los elementos antes señalados en este ensayo, no es difícil concluir que el objetivo prioritario de los Estados Unidos es Venezuela porque reúne dos condiciones tentadoras: poseer una de las mayores reservas de petróleo del mundo y contar con un gobierno díscolo, que ha demostrado tener una política nacionalista y fuertemente antiimperialista, como se demuestra, entre otros hechos, con su papel en el renacimiento de la OPEP, su postura crítica ante los crímenes del Estado de Israel (como aconteció con la criminal acción de “plomo fundido”, a fines del 2008 y comienzos del 2009), su impulso al ALBA, su protagonismo en la configuración de UNASUR, su política de solidaridad petrolera con diversos países y su acercamiento a Cuba.

En contra de los lugares comunes, que se han tornado dominantes en Colombia, sobre el supuesto peligro que representa Venezuela para la paz regional y como el principal impulsor del rearme en Sudamérica, debe decirse que el verdadero peligro lo representa el régimen uribista o, para ser más exactos, los Estados Unidos que son el titiritero mayor que operan a través de su marioneta colombiana. Los datos más elementales lo ponen de presente: Colombia es hoy por hoy uno de los tres países más militarizados del mundo, junto con Israel y Burundi; el PIB destinado a la guerra por el régimen uribista asciende al 6.8 por ciento, mientras que el de Venezuela es del 1,2 por ciento; en Colombia se consume casi el 15% del presupuesto en gasto militar, mientras que en Venezuela es el 4%; el ejército que más ha crecido en el continente es el de Colombia que, junto con el de Brasil, en el más grande de toda la región; el único país sudamericano que en las últimas décadas ha lanzado un ataque militar contra otro es Colombia, en marzo de 2008 cuando fue atacado Ecuador y fueron asesinadas 26 personas, entre ellas un ecuatoriano, cuatro mejicanos y 21 colombianos, en una acción en la que, como lo acaba de comprobar una comisión ecuatoriana, participó Estados Unidos desde la base de Manta.

Pero no solo se trata de constatar el verdadero peligro para la estabilidad regional, sino añadir que la guerra no se va a librar en un futuro inmediato, pues ya se está llevando a cabo desde hace varios años, contra Venezuela. Porque no estamos hablando de una guerra convencional, a la cual puede llegarse, es una posibilidad que no puede descartarse, sino de otro tipo de guerra, lo que los teóricos militares de los Estados Unidos han denominado guerra de cuarta generación. Este tipo de guerra, no convencional, se viene implementando por lo menos desde el 2002 contra el gobierno de Hugo Chávez, si tomamos como punto de partida el fallido golpe de Estado de abril de ese año. Luego hay que considerar todo el despliegue propio de este tipo de guerra, en la que se recurre a las acciones de baja intensidad, al saboteo permanente, a la guerra mediática, al desprestigio sistemático del gobierno bolivariano, entre otras estrategias.

El término guerra de cuarta generación se empezó a usar en 1989, cuando William Lind, junto con cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, publicó un documento con el título: “El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación”. La esencia de esta doctrina militar, y del tipo de guerra que se libra en la práctica, es la de desarrollar una confrontación irregular nunca declarada de manera oficial, de tipo contrainsurgente, en la que se combina la acción de grupos operativos descentralizados, expertos en contrainsurgencia, con la acción de grupos irregulares de tipo paramilitar, en acciones de sabotaje y de desgaste. Estas acciones se complementan con la guerra mediática y sicológica, impulsada por grandes grupos de propaganda (como CNN, a nivel mundial, y RCN Y CARACOL, a escala local en Colombia, o los canales privados en la misma Venezuela). La manipulación informativa, las mentiras programadas y la desinformación son parte fundamental de los dispositivos de la guerra de cuarta generación. También como parte de esta guerra se libra una ofensiva diplomática, en la que también se acude a la mentira y a la desinformación, como lo hace hoy el gobierno de los Estados Unidos y el de Colombia con Venezuela, propalando calumnias como aquella que el principal peligro para la seguridad del continente es el gobierno de Chávez que habría convertido a su país en un santuario del narcotráfico y del terrorismo y es una dictadura que cierra los medios de comunicación y limita la libertad de expresión.

En conclusión, en este tipo de guerra irregular y no reconocida, similar a la que desplegó Estados Unidos contra Nicaragua en la década de 1980, el imperialismo del norte se vale de uno de sus testaferros locales, el abyecto gobierno uribista, partiendo del supuesto “divide y vencerás” y contando con el apoyo incondicional de la oligarquía colombiana, que aspira a ganar unas cuantas migajas por su incondicional postración, entre ellas la aprobación de un Tratado de Libre Comercio, el cual viene añorando desde hace algunos años, así como el reforzamiento de su modelo rentista primario exportador ligado en forma prioritaria a empresas multinacionales de Estados Unidos. Por supuesto, el elemento esencial que explica la guerra contra Venezuela, agenciada por la oligarquía colombiana, está referido al odio y miedo que suscita la revolución bolivariana al imperialismo estadounidense y a sus corifeos, por proponer la necesidad de construir un modelo diferente de organización social, en la cual se reivindica la redistribución de la riqueza, el mejoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la población y esboza otro tipo de relaciones internacionales y un manejo soberano de sus recursos naturales.

Por lo demás, en lo que es típico de la guerra de baja intensidad, el régimen uribista de victimario y agresor que es se muestra como la victima que sufre los embates de los que son presentados como enemigos de la nación colombiana, pretendidamente representada por los vendepatrias más viles que hemos tenido en nuestra trágica historia de dependencia. Estos acaban de entregar, de manera abyecta, en bandeja de plata a los Estados Unidos la poca soberanía que nos quedaba, para convertirnos, como Puerto Rico, en otro Estado libre asociado, un eufemismo para referirse a una nueva forma de colonialismo, al que hemos regresado dos siglos después de la proclamación de nuestra primera independencia de España. Razón de sobra tenía José Martí cuando afirmó que nuestro continente necesitaba una segunda independencia y que Bolívar tenía todavía mucho que hacer en estas tierras.

E. Conclusión

Que el régimen uribista haya convertido a Colombia en una quinta columna de la dominación imperialista de los Estados Unidos, lo cual se expresa en la entrega de nuestra soberanía territorial y en la cesión de nuestros principales recursos económicos a empresas multinacionales, no sólo es una afrenta sino un hecho que va en contravía de los procesos nacionalistas que se desarrollan en diversos lugares de América Latina, como Venezuela, Bolivia y Ecuador. Pero esto no es ni mucho menos una fatalidad ni algo irreversible, porque eso genera nuevas condiciones para retomar en Colombia un proceso de independencia nacional y de recuperación de nuestra soberanía por parte de todos aquellos que no aceptamos convertirnos en un protectorado yanqui, al estilo de Puerto Rico, y que nos negamos a ser sometidos a la brutalidad de los “morfinómanos rubios”, como hace décadas denominó Augusto César Sandino a los invasores estadounidenses.

En esta dirección, la renovada dominación imperialista en Colombia se convierte en una oportunidad para recuperar un sentimiento de identidad nacional antiimperialista en defensa de nuestro territorio y de nuestros recursos, en concordancia con la lucha que se debe librar en forma paralela contra el capitalismo gansteril que se ha implantado en nuestro suelo. Dicho capitalismo narcotraqueto, que es apoyado también por el poder imperialista, ha dejado miles de muertos, desaparecidos, desterrados, exiliados y presos y ha aumentado la miseria, la desigualdad de la población colombiana. En contravía, es necesario seguir buscando la construcción de otro tipo de país, que se hermane, como hace doscientos años, con los otros países de la región que ahora buscan otro destino, independiente, justo y soberano, tal y como lo soñaron Simón Bolívar, José Martí, Francisco Morazán y el Che Guevara.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Ecuador: suspende negociaciones con China por hidroléctrica

spacer El presidente Correa enfatizó que  el pueblo ecuatoriano no 
claudicaría ante las imposiciones de China (Foto: Archivo)

El presidente Correa enfatizó que el pueblo ecuatoriano no claudicaría ante las imposiciones de China (Foto: Archivo)

 

 

 

La hidroeléctrica Coca-Codo-Sinclaire costará mil 979 millones de dólares . (Foto: Archivo)

 La hidroeléctrica Coca-Codo-Sinclaire costará mil 979 
millones de dólares . (Foto: Archivo)El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó que ante los abusos y atropellos de China, el gobierno buscaría otra manera de financiar el proyecto de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair puesto que el país Suramericano no claudicaría su soberanía ante las imposiciones de China que exigía los activos en garantía para desembolsar el dinero para el proyecto que costará mil 979 millones de dólares.

TeleSUR _

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este sábado que seguirá buscando financiamiento para uno de los mayores proyectos hidroeléctricos de su nación, luego de la fallida negociación que se hiciera con China, de la cual el mandatario suramericano nunca olvidará el maltrato.
»Buscaremos financiamiento en otro lado, nosotros no vamos a claudicar nuestra soberanía ante nadie», sostuvo Correa en su alocución radial sabatina.
El  mandatario ecuatoriano enfatizó en su programa radial que China se había excedido  en sus solicitudes y la nación mantendría su soberanía y orgullo y que no estarían dispuestos a soportar dilaciones y burlas de ningún país.
»Frente a la actitud soberana del gobierno de no aguantar más dilaciones, más abusos, más burlas, no quédense con su plata», dijo el presidente.
Durante la semana, la ministra de Finanzas de Ecuador, María Elsa Viteri, informó que  el Estado  había suspendido las negociaciones que mantenía con China por  un crédito de financiación de casi  2 mil millones  de dólares  para el proyecto hidroeléctrico ecuatoriano que lleva por nombre Coca Codo Sinclair.
La negociación entre China y Ecuador tuvo problemas porque el banco encargado de dar el crédito, Eximbank,  pidió  los activos en garantía para desembolsar el dinero, lo cual no es permitido por las leyes ecuatorianas y nunca  antes  ningún organismo había hecho tal requerimiento.
Correa sostuvo que seguirían en la búsqueda de financiar el proyecto puesto que no  soportarían que China tratara a Ecuador como »una transnacional más con más rigor que el Fondo Monetario Internacional (FMI), en términos comerciales y no en términos políticos».
El presidente de Ecuador trajo a colación las muestras de solidaridad que ha tenido el país suramericano con el pueblo de China , razón por la cual no olvidarían el maltrato recibido por la nación asiática.
"Nosotros siempre hemos sido muy solidarios con China, la política de una sola China, el respaldo a China, no olvidaremos cómo nos han tratado", declaró el jefe de Estado.
El líder ecuatoriano también explicó que por cada  día de atraso del proyecto de Coca Codo Sinclair se pierden dos millones de dólar; sin embargo, se han tomado todas las previsiones para no perder más tiempo en la elaboración del proyecto.
También agregó que  existen otras maneras para financiar la hidroeléctrica luego de rememorar que las fracasadas negociaciones con el gobierno asiático duraron  ocho meses.
El proyecto de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair necesita de mil 979 millones de dólares para ser llevado a cabo, de los cuales  15 por ciento saldrían del bolsillo del  Estado ecuatoriano y  el resto consistiría en financiación extranjera.
Rafael Correa anunció la construcción de esta  hidroeléctrica, que se ubicaría a 75 kilómetros  de Quito a finales del año 2009, con la finalidad de resolver los problemas eléctricos de Ecuador.
La central  Coca Codo Sinclair proporcionará una potencia de mil 500 megavatios y , en un principio, su construcción estaba cargo de la  empresa china Sinohydro hasta que las negociaciones fracasaron.

teleSUR – Efe – La información – Qué es / jl/IM

AMERICA: Contraofensiva derechista sobre América Latina, advierte político

Escrito por María Julia Mayoral (*)

domingo, 21 de marzo de 2010

21 de marzo de 2010, 01:02Por María Julia Mayoral
México, 21 mar (PL) Una contraofensiva de la derecha pone en jaque el futuro de América Imagen activaLatina, esa es la tesis del brasileño Valter Pomar, dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), un reconocido estudioso del tema. "Nadie podría predecir el desenlace de este conflicto, lo que ocurra dependerá de nosotros mismos y el dilema está claro: o vencemos o dejamos de ser", apreció el político suramericano en entrevista con Prensa Latina, durante la realización aquí del XIV Seminario Internacional "Los Partidos y una Nueva Sociedad".
En opinión de Pomar, el principal problema de la región continúa siendo su relación con Estados Unidos, "una potencia dispuesta a recuperar la hegemonía en su histórico traspatio trasero, los países latinoamericanos, para lanzarse sobre el resto del orbe".
Con la disolución de la Unión Soviética a inicios de los años 1990, el conjunto del movimiento socialista entró en una etapa defensiva y se impuso el unilateralismo estadounidense; una realidad que en esencia continúa vigente, opinó el analista.
La situación comenzó a cambiar por el ascenso de gobiernos de izquierda en América Latina y la agudización de la crisis internacional; sin embargo, ninguno de estos acontecimientos logró cambiar la naturaleza del período en favor del imperialismo, precisó el secretario de Relaciones Internacionales del PT.
A pesar de la profundidad de la crisis mundial, en diferentes ámbitos desde el económico y financiero hasta el energético, los grandes Estados capitalistas pudieron evitar los desbordamientos político-sociales en sus territorios; esto, comentó, nos señala el poderío del que hablo.
Otra evidencia radica en la contraofensiva de la derecha latinoamericana, alineada con la Casa Blanca, y "el único freno viable que América Latina puede colocar a esos planes es la integración", estimó el experto.
En los últimos tiempos, consideró, las fuerzas de izquierda tuvieron un rápido crecimiento en el área debido a procesos endógenos asociados a la crisis neoliberal, pero tampoco podemos desconocer que Estados Unidos durante estos años centró su mirada en las guerras de conquista en el Oriente Medio.
"Eso nos facilitó la vida, nos permitió hacer una acumulación rápida de fuerzas contra el proyecto imperialista; pero el escenario ha cambiado, resurgen gobiernos de derecha y la Administración norteamericana busca afanosamente minar la integración con vocación latinoamericanista."
No sólo tiene lugar, agregó, una reestructuración de la derecha en el continente americano; ocurre lo mismo dentro de Europa donde las tendencias de esa naturaleza cobraron auge y también tratan de coartar el rumbo independiente e integracionista de nuestra región.
Con la asunción de Barack Obama, al contrario de lo que muchos pensaron, la Casa Blanca confirmó el propósito de reconquistar su hegemonía mundial, según argumentó entonces el nuevo mandatario, recordó el representante del PT.
"Ese propósito declarado se torna más urgente para Washington ante la gravedad de la crisis económica internacional y en esto no podemos perder de vista que, para recuperar su poderío, la potencia norteña necesita primero restablecer un papel en nuestra región."
El imperio, insistió, no puede lanzarse a solas en su plan de hegemonía unilateral en el orbe, precisa de América Latina y el Caribe subordinados a su política; de ahí la importancia de no ceder ni un ápice en la acumulación de fuerzas revolucionarias en el interior de nuestros países.
"Tampoco podemos retroceder en el proceso de integración que por primera vez se expresa en el surgimiento de una organización auténticamente latinoamericana y caribeña sin Estados Unidos y sin las antiguas metrópolis europeas", evocó.
La cuestión práctica, advirtió, está en cómo logramos acelerar la unidad y persistir en el camino de los cambios estructurales sin ir más allá de nuestra capacidad para sostener políticamente los procesos y acumular fuerzas a escala regional en la dirección del socialismo.
Los peligros son enormes; pero si mantenemos la actual correlación, la injerencia estadounidense será limitada; aunque inevitable dada la naturaleza del imperio y el apoyo de algunos gobiernos, observó Pomar.
"Por eso resulta tan importante avanzar â�öcon rapidez, pero sin cometer erroresâ�ö, en la integración continental y al mismo tiempo consolidar donde sea posible las políticas nacionales que conllevan al desmantelamiento del neoliberalismo y a una mejor vida para la gente."
América Latina, resumió, está en una encrucijada: o se salva con el empeño de sus hijos, o se hunde subordinada al imperio. "Y lo que pase en este continente será decisivo para la emancipación de los demás pueblos en el mundo".
(*) La autora es corresponsal de Prensa Latina en México.
rr/fa/mjm

Modificado el ( domingo, 21 de marzo de 2010 )